Guía de la FAO ayuda a agencias nacionales a clasificar los riesgos para la inocuidad de los alimentos
Una nueva guía ha sido publicada por la FAO para ayudar a los países a informar de manera más eficaz las prioridades nacionales de inocuidad de los alimentos.
La clasificación de riesgos ayuda a identificar qué problemas de seguridad alimentaria tienen el mayor impacto en la salud pública al tener en cuenta la probabilidad y la gravedad, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La guía brinda orientación a las autoridades nacionales de inocuidad alimentaria sobre cómo comenzar a clasificar el riesgo para la salud pública que plantean los peligros transmitidos por los alimentos y los alimentos en sus países utilizando un enfoque de tres pasos.
Se centra en la clasificación de los peligros microbianos y químicos en función de su impacto en la salud pública y representa el primer paso hacia un enfoque sistemático y basado en pruebas para identificar los principales riesgos en la seguridad alimentaria.
Con recursos humanos y financieros limitados, es imposible que las autoridades nacionales aborden de manera eficiente todas las amenazas a la seguridad alimentaria. Es importante clasificar las preocupaciones y priorizar los esfuerzos para que los recursos puedan asignarse para minimizar mejor los riesgos de enfermedades transmitidas por los alimentos. Varios países han comenzado a utilizar sistemas de seguridad alimentaria basados en el riesgo.
Enfoque de tres pasos
La clasificación de riesgo proporciona a las autoridades nacionales la base científica para tomar decisiones regulatorias informadas; mejorar la vigilancia de enfermedades; determinar cómo se asignan las inspecciones de alimentos; supervisar los esfuerzos de inspección y ejecución; e informar al público de las amenazas a la seguridad alimentaria.
El primer paso es definir el alcance y el propósito del ejercicio de clasificación de riesgos. Aquí, los peligros y los alimentos que se van a clasificar se seleccionan y analizan para determinar su relevancia y su potencial de riesgo general.
En segundo lugar, está desarrollando el enfoque. Esto implica seleccionar el método de clasificación de riesgos y las métricas para estimar las dimensiones del riesgo, incluida la probabilidad y la gravedad, y su incertidumbre y variabilidad, así como la recopilación y evaluación de los datos necesarios para estimar el riesgo.
El paso final es realizar el análisis de clasificación de riesgos y reportar los resultados. Luego, los hallazgos se pueden incorporar en los esfuerzos de priorización donde se consideran otros factores, como los problemas sociales, económicos y políticos, para informar aún más las decisiones. La incertidumbre también debería ser parte de la discusión, según la FAO.
Los resultados pueden no ser estimaciones reales del riesgo, sino clasificaciones relativas. Para obtener estimaciones más precisas del riesgo y la incertidumbre y variabilidad asociadas, se necesitan evaluaciones de riesgo cuantitativas completas utilizando datos representativos y de alta calidad.
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Fuente: FOODSAFETYNEWS
